Cómo invertir en una startup o empresa emergente

El mundo de las inversiones puede ser complicado pero mueve mucha pasta. Nunca sabes con certeza si vas a ganar o perder. Lo único seguro es que el conocimiento es poder, por eso, cuanto más informado estés, menos posibilidades tienes de perder tu dinero. Te contamos los detalles de cómo puedes invertir en una startup o empresa emergente.

¿Qué es una empresa emergente o startup?

Antes de empezar a invertir en una startup tenemos que tener claro qué es. Las startups son empresas de nueva creación caracterizadas por un modelo de negocio estable y el uso de nuevas tecnologías. 

Son negocios con un gran potencial de crecimiento que parten de una idea innovadora. Al principio, las empresas emergentes no cuentan con fuertes inversiones financieras. Por eso, es fundamental que demuestren que su idea es rentable para atraer inversores. 

Además, las startups asumen un mayor riesgo. Hablamos de empresas que se encuentran en una etapa temprana de su vida y cuentan con recursos limitados, por lo que no se puede saber su viabilidad a largo plazo.

Requisitos que debe cumplir una startup

La Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, más conocida como Ley de Startups establece los requisitos que debe cumplir una empresa para entrar en esta categoría:

• No tener más de 5 años de antigüedad. Este plazo asciende a 7 años para empresas de sectores estratégicos como energía o biotecnología. También se benefician del período más amplio negocios que hayan desarrollado tecnologías propias diseñadas en España.
• No haber surgido de una operación de fusión, escisión o transformación de empresas que no sean consideradas emergentes.
• No cotizar en bolsa.
• No distribuir dividendos. 
• Tener domicilio social o establecimiento permanente en España.
• Tener al 60% de la plantilla con un contrato laboral en España.
• Desarrollar un proyecto innovador con un modelo de negocio escalable. 
• No generar más de 10 millones de euros en ingresos anuales.

Ventajas y desventajas de invertir en una startup

Invertir en una startup tiene su parte buena y su parte mala. Son empresas con gran potencial de crecimiento pero muchas no alcanzan el éxito. Esto significa que invertir en ellas tiene sus riesgos:

• Falta de liquidez: es complicado convertir las acciones en dinero.
• Fracaso: las startups son empresas de temprana edad y no hay seguridad de que vayan a tener éxito a largo plazo. Son muchas las empresas de este tipo que fracasan. 
• Dilución: esto sucede cuando una empresa emite nuevas acciones. En consecuencia tu participación en la empresa podría reducirse al igual que tus posibles beneficios. 

Ahora que ya has pasado el mal trago de conocer las desventajas, vamos con la parte buena: 

• Potencial rentabilidad: si la empresa cumple con los objetivos propuestos, las empresas emergentes tienen un gran potencial para generar un alto retorno de inversión.
• Beneficios fiscales: puedes deducir hasta el 30% por las inversiones en startups con una base máxima de 60.000€.
• Innovación: al invertir en una startup apoyas el desarrollo de tecnologías que pueden contribuir al avance de distintos campos.

¿Cómo invertir en una startup?

En general, cualquier persona que tenga la capacidad económica puede invertir en una startup. Aunque en algunos casos puede exigirse una cantidad mínima. Veamos quiénes pueden invertir y las formas de financiar una empresa emergente: 

1. Business angels: son inversores profesionales con experiencia empresarial que pueden ayudarte a impulsar tu negocio.
2. Fondos de inversión: los emprendedores pueden optar por fondos de capital riesgo. Son fondos que reúnen dinero de varios inversores con los que se espera obtener ganancias. 
3. Crowdfunding: son plataformas destinadas a pequeños inversores que permiten aportar su granito de arena a la startup. También existen plataformas de equity crowdfunding con las que se pueden adquirir acciones de las empresas. 

Por último pero no menos importante, la familia y los amigos pueden ser una opción. Esta situación se suele dar en especial en las etapas más tempranas de la startup. Rodéate de gente que confíe en ti y es posible que te den una ayuda para cubrir las necesidades básicas.