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Antes de aclarar qué significan la renta a pagar y la renta a devolver, que es el motivo por el cual hemos escrito este artículo, repasamos rápidamente cómo funciona la declaración del IRPF en sí.
La mayoría de ciudadanos y residentes en España tienen que hacer la declaración de la renta una vez al año, entre principios de abril y finales de junio. Si tu situación es más compleja de lo habitual, es importante contar con un gestor para la declaración de la renta, porque como experto en impuestos, se asegurará de que se te apliquen todas las bonificaciones posibles para que tengas que pagar menos.
Aunque hoy en día se pueda hacer la declaración de la renta por Internet y de forma relativamente rápida, hay un lío de lenguaje en relación al resultado de la declaración que tiene confundidos a muchos contribuyentes.
En la declaración de la renta se declara la renta anual, vaya sorpresa ¿eh? La renta anual son todos los ingresos que ha tenido el contribuyente a lo largo del año fiscal anterior. Por ejemplo, en la campaña de la renta del año 2024 se declara todo lo que se ha ganado en el año 2023.
Los empleados de las empresas pagan mensualmente una parte de IRPF a través de su sueldo. De hecho, las empresas lo hacen por ellos a través del modelo 111 que se presenta cada trimestre. Los autónomos presentan el mismo modelo 111 también para declarar el IRPF. A principios de año, empresas y autónomos presentan el resumen anual de IRPF con el modelo 190 y dan cuenta a Hacienda de cuánto IRPF han pagado de parte de quién. Entonces, Hacienda tiene una mínima idea de cuánto IRPF ha ido pagando cada ciudadano a lo largo del año fiscal.
Al total de ingresos se le aplican deducciones y bonificaciones. Las deducciones son cantidades que se pueden restar porque cuentan como costes para poder obtener esa ganancia. Las bonificaciones, en cambio, son situaciones personales que permiten dejar de pagar una parte de los impuestos.
Joselito trabaja para una empresa y cobra 30.000€ brutos al año en 14 pagas. Al tener un sueldo de 30.000€ brutos anuales, el sueldo bruto mensual de Joselito es de 2.142,86€ (son 30.000€ divididos entre 14 pagas). Por cada paga, la empresa usa una parte del sueldo de Joselito para la cuota a la Seguridad Social y otra parte para ir pagando el IRPF de parte de Joselito. Así, Joselito no recibe en el banco 2.142,86€ al mes sino que recibe 1.653€.
A la vez, Joselito es propietario de un piso en su pueblo que alquila por 300€ al mes, por lo que este año ha ingresado 3.600€ extra (300€ al mes durante 12 meses). Pero el hecho de alquilar el piso tiene gastos, por ejemplo, pagar el IBI y la tasa de basuras. Entre todo, Joselito ha pagado 400€, o sea que la ganancia anual no es de 3.600€ sino de 3.200€ (3.600€ – 400€ de gastos). Esto es una deducción.
Por otro lado, Joselito se hace cargo de su madre, que tiene 76 años y vive con él. Al ser su madre mayor de 65 años, Joselito recibe un pequeño descuento en su IRPF y paga un poquito menos, porque se supone que parte de sus ganancias las dedica a cuidar de su madre. Esto es una bonificación.
Por lo tanto, el IRPF que Joselito tenga que pagar se calculará teniendo en cuenta sus ingresos (el sueldo + lo que recibe por el alquiler) y su situación personal (su madre vive con él).
O sea, que al hacer la declaración de la renta, Hacienda ya sabe cuánto IRPF has pagado. Entonces, solo se tienen que ajustar las cuentas. Es aquí donde entran en juego la renta a pagar y la renta a devolver.
Para ambas la renta a pagar y la renta a devolver el pago tiene lugar en el mismo año fiscal. Por ejemplo, la compensación de lo que se ha pagado de más o de menos en el año 2022 tendrá lugar en el año 2023.
Si la renta te ha salido a devolver (renta en negativo), puedes pedir que Hacienda te devuelva el dinero en el momento en el que haces la declaración. En principio, Hacienda te hará un ingreso en tu cuenta durante ese mismo año. Puede pasar que Hacienda se retrase y no te pague en el mismo año (aunque pasa poco), pero si esto ocurre, cobrarás intereses de demora. Es poquito pero ¡menos da una piedra!
Si la renta te ha salido a pagar (renta en positivo) y tienes que ingresar dinero a Hacienda, puedes hacerlo por domiciliación bancaria. Normalmente se carga el importe en tu cuenta el último día de la campaña, a finales de junio.
Sin embargo, Hacienda permite hacer pagos fraccionados del IRPF: el primero será un 60% de lo que tengas que pagar y se cargará en tu cuenta el último día de la campaña de la renta. El segundo será de un 40% y se cargará en tu cuenta a principios de noviembre.
La opción de pago fraccionado a Hacienda se selecciona al hacer la declaración de la renta. Lo bueno es que antes de seleccionar (o no) esta opción, ya sabrás el total que tienes que pagar (¡así puedes planear y gestionar mejor tus finanzas!).Quién quiera pagar en el mismo momento en que se hace la declaración para no tener nada pendiente, puede hacerlo con un NRC.
Si después de leer esto todavía no te aclaras o simplemente no sabes por dónde empezar con la declaración de la renta de este año, te ayudamos. Un asesor fiscal online para particulares del equipo de TaxScouts se encargará de tu caso por un precio fijo, sea lo difícil que sea. Además, tu gestor personal te ofrecerá un servicio de asesoría para la declaración de la renta totalmente personalizado, aplicando todas las deducciones posibles para que tengas que pagar menos impuestos. ¿Lo mejor? Podrás hacer tu declaración de la renta online, sin moverte de donde estés y cuando más te convenga.
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