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Es probable que si has ido a pedir un préstamo a tu banco te hayan hablado del TIN y la TAE. TIN por aquí, TAE por allá, pero ¿sabes lo que son?
El TIN es el acrónimo de Tipo de Interés Nominal o como a veces la gente lo llama, Tasa de Interés Nominal. Para que nos entendamos, es el precio del dinero que te van a prestar. O sea, que es lo que ganan los bancos por dejarte dinero. Es un porcentaje fijo que, a diferencia de la TAE (que es anual y seguro que también te suena un montón) suele ser mensual, y no incluye ningún otro tipo de comisión ni gasto más. Quizá el caso más común donde encontrar el TIN y la TAE es en las hipotecas. ¿Sabías que puedes calcular lo que te cobrará el banco de TIN de antemano? Pues sí, sólo tienes que sumar el Euríbor al porcentaje de interés que negocies con tu banco y ¡ya tienes tu TIN!
Sin embargo, el TIN sólo permite saber qué porcentaje se paga de intereses (la comisión del banco, vaya), pero no el total de dinero que tendrás que pagar por pedir un préstamo. Para ello, sería más interesante fijarse en la TAE (o Tasa Anual Equivalente). Sigue leyendo, que te explicamos cómo va.
La TAE también se expresa como un porcentaje e incluye tooodos los gastos de la operación, o sea, de pedir el préstamo (sí, el banco te puede cobrar por cosas como el mantenimiento de tu cuenta de préstamo o la apertura de la misma, entre otros). Así pues, la TAE indica el coste real (o rendimiento efectivo, en lenguaje formal) de un producto financiero. Es por eso que calcular la TAE es una manera superinteresante de comparar distintas ofertas bajo un mismo criterio y ver cuál es la que te sale más a cuenta.
Si quieres calcular la TAE existe una fórmula para hacerlo: TAE = (1 + TIN/f)f-1, donde f es la frecuencia de pago. Lo vemos mejor con un caso, ¿no?
¡Antes de pasar al ejemplo! Como el TIN es un porcentaje, en la fórmula no escribiremos 4,5% sino 0.045 porque ese 4,5 es por ciento. Para saber el número real, tienes que dividir el porcentaje de TIN por 100 (4,5 dividido entre 100 es 0.045).
Pongamos que Faustina quiere comprar una casa con un préstamo de 100.000 a 20 años y el banco le ha ofrecido un TIN de un 4,5%. La frecuencia de pago es mensual (o sea, 12 meses). Los gastos de mantenimiento son de 100€ al año y la comisión de apertura es de 210€.
Aquí, la TAE sería el resultado de calcular (1+0.045/12)12-1. Es decir, la TAE sería de 4,59%.
Este 4,59% de 100.000€ (que son 4.590€) es lo que Faustina paga al banco además de devolver los 100.000€ que le han prestado. Por lo tanto, Faustina tiene que devolver 104.590€. Y aquí se le suman los 100€ de mantenimiento al año, durante 20 años (o sea, 2.000€) y también la comisión de apertura de 210€. En fin, que a Faustina el banco le deja 100.000€ y ella acaba devolviendo 106.800€:
Y ahora pongamos que Faustina se fija en el TIN y la TAE para comparar hipotecas. Entonces, pregunta a otro banco por un préstamo también de 100.000€ a 20 años. En ese banco, el TIN es del 4,8% pero los gastos de mantenimiento son menos.
Como en el caso anterior, la TAE sería el resultado de calcular (1+0,048/12)12-1. Es decir, la TAE un poco más alta, de 4,91%.
Este 4,91% de 100.000€ (que son 4.910€) es lo que Faustina devolverá en intereses encima de los 100.000€. Por lo tanto, Faustina tiene que devolver 104.910€.
Parece que esta hipoteca saldría peor, porque los intereses que cobra el banco son más altos, pero resulta que este banco cobra menos de mantenimiento, solamente 86€ al año (o sea, 1.720€ en 20 años). Y, además, no tiene comisión de apertura para crear la cuenta de hipoteca. Con este banco, Faustina acabaría devolviendo 106.630€:
Así pues, a Faustina le sale más a cuenta contratar el préstamo con el segundo banco aunque el TIN y la TAE sean algo más altos.
Si estás leyendo esto porque te vas a comprar una vivienda y te han hablado del TIN y la TAE, quizá te venga bien echarle un ojo a nuestro simulador de hipotecas. Podrás ver cuánto pagarás en intereses y hacer tus propios cálculos.
Como podrás imaginar, el TIN y la TAE son términos muy habituales en las finanzas, y aunque es bueno conocer ambos, es recomendable prestar más atención a la TAE ya que te dará una visión más cercana al verdadero coste del crédito, mientras que el interés nominal (el TIN) cumple una función más informativa.
¡Esto es importante! No sabrás nunca lo que pagarás en total por un préstamo hasta que no cierres un trato con tu banco. Es cierto que los bancos te cuentan de cuánto van a ser el TIN y la TAE que te cobrarán (y ahora esperamos que tengas un poco más clarito a qué se refieren), pero no siempre te hablan de los otros gastos.
Además, ten en cuenta que el TIN y la TAE siempre pueden variar. ¿Por qué? Pues porque el TIN se calcula con el Euríbor (como te hemos contado antes) y la TAE se calcula con el TIN. Así que, en cierto modo, lo que acabes pagando dependerá del Euríbor.
Hay gastos como cuotas de seguros, comisiones de apertura, comisiones por tener tarjetas asociadas a una cuenta y demás que solamente conocerás al informarte exactamente de las condiciones de ese préstamo. Incluso hay veces que, si tienes suerte, el banco te hace alguna oferta o te permite negociar qué, cuánto y cómo. ¡Y ojalá pagues algo menos!
Recuerda que si después de leer esto del TIN y la TAE aún se te hacen bola, puedes consultar nuestra gestoría online. Por ejemplo, si te has comprado una vivienda con hipoteca, has pedido un préstamo o algo así y crees que se te va a complicar la declaración de la renta, ¡queremos ser tu gestoría fiscal! Contamos con asesores fiscales que te aconsejan según tu caso y te ayudan a ahorrar algún dinerito, que nunca viene mal. Podrás hacer la declaración de la renta online en pocos clics, sin levantarte del sofá (de tu pisito nuevo).
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