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Hoy en día, colar palabras en inglés en cualquier frase y trabajar por Internet para alguna empresa cool del mundillo tech no nos resulta nada extraño. Es por eso que, cuando alguien se plantea hacerse autónomo, tampoco resulta extraño que surja la típica pregunta: ¿cuál es la diferencia entre freelance y autónomo? O más bien dicho, ¿hay alguna diferencia entre freelance y autónomo, realmente?
Hablando claro: no. Un freelance es autónomo y un autónomo es freelance.
Mientras que en inglés la palabra freelance puede usarse como adverbio, verbo, adjetivo y sustantivo, es más común usarla como verbo o adjetivo. Por ejemplo, diciendo que estás trabajando con un freelance designer. La palabra más usada para referirse a alguien que trabaja por su cuenta sería freelancer (el nombre). Por ejemplo, si alguien ha empezado a trabajar por su cuenta is a freelancer o bien works as a freelancer. Pero hasta aquí llega el inciso, que es más importante contarte por qué no hay ninguna diferencia entre autónomo y freelance.
A nivel jurídico, un freelance es autónomo y viceversa. Son sinónimos. Esto significa que los trabajadores por cuenta propia, sean freelance o autónomos, tendrán los mismos requisitos que cumplir, impuestos que declarar y trámites de autónomo que completar.
Sí es cierto que al hablar, nos resulta algo inusual referirnos a ciertos profesionales como autónomos y freelance. En pocos casos habrás oído a alguien decir que Fulanito es carpintero freelance o que Menganito es desarrollador autónomo. Quizá por la vinculación de la palabra freelance con el mundo de las tecnologías, nos chirría menos oírlo al revés: que Fulanito es carpintero autónomo y que Menganito es desarrollador freelance. ¡Pero insistimos! Freelance es lo mismo que autónomo y Fulanito y Menganito ambos pueden llamarse freelance o autónomos, se dediquen a lo que se dediquen.
En los últimos años, con el boom de los trabajos enfocados a las nuevas tecnologías o 100% desarrollados en un entorno digital, se ha empezado a usar el término anglosajón freelance para referirse a lo que, en España, toda la vida había sido un autónomo.
Aunque freelancers y autónomos tengan las mismas obligaciones fiscales y tengan que pagar los mismos impuestos de autónomos, en el mundillo de las tecnologías se hace una pequeña diferencia. Puede que sea lo que haya generado esta confusión.
En muchas empresas tecnológicas, se da por hecho que un trabajador autónomo que les presta sus servicios tiene algún tipo de compromiso con ellos a lo largo del tiempo. Es decir, que aunque no sea un trabajador contratado por la empresa (alguien que trabaja por cuenta ajena), su colaboración con la compañía va a ser recurrente. Además, se entiende que este autónomo estará dado de alta en Hacienda y en la Seguridad Social, como es debido.
En cambio, en este sector se suele hacer referencia a los trabajadores freelance como colaboradores puntuales. Como profesionales que trabajan por proyectos o de forma esporádica.
Pues sin querer ser pesados, lo repetimos: freelance y autónomo tienen las mismas obligaciones.
Generalmente (aunque de forma errónea), como se asocia a un freelance con alguien que realiza trabajos de forma puntual, se considera que no llega al Salario Mínimo Interprofesional. Por eso, muchas veces se asume que son trabajadores por cuenta propia que no tienen que estar dados de alta en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) de la Seguridad Social. Es decir, que no cotizan por su actividad. Aunque la Seguridad Social admite estos casos, normativamente no es así: quien trabaja por cuenta propia, en teoría y legalmente, tendría que estar de alta en el RETA y pagar la cuota de autónomo.
Las obligaciones de un freelance con Hacienda son: presentar las declaraciones trimestrales de impuestos, las declaraciones anuales y la declaración de la renta. En la imagen siguiente te los detallamos.
Además de estar dado de alta como autónomo en la Agencia Tributaria (en nuestra guía cómo darte de alta de autónomo te contamos cómo hacerlo, por si te es útil). Si necesitas ayuda para completar cualquiera de estos trámites obligatorios de autónomo (¡y de freelance!), puedes contar con una gestoría online como TaxScouts. Un asesor fiscal online puede encargarse de todo el papeleo y de presentar tus impuestos para que tu solo tengas que dedicarte a explicarle a la gente por qué eres freelance y no autónomo (o al revés). ¡Que ahora ya sabes la diferencia!
Tanto si eres diseñador o desarrollador freelance, traductor freelance, peluquero freelance, arqueólogo freelance o albañil freelance, tienes que pasar facturas a tus clientes. En esta otra guía te contamos cómo hacer una factura, que quizá también te viene bien. Registrándote en TaxScouts también tendrás una herramienta para hacer facturas directamente desde la plataforma. No esperabas menos de una asesoría para autónomos y freelance, ¿verdad?
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