Elegir si emprender como autónomo o como empresa puede significar un ahorro fiscal importante. La mejor opción depende de distintos factores, como tu previsión de ingresos o los riesgos del negocio. Con esta calculadora, podrás probar distintos escenarios y tener una idea aproximada de qué opción es mejor para ti.
Ten en cuenta que esta calculadora te ofrece una aproximación general, pero en ningún caso será un cálculo específico de tu negocio. Si necesitas asesoramiento fiscal personalizado, contacta con nuestro equipo a través del chat online.
Cuando te lanzas a emprender te arrasan mil dudas, y entre todas ellas hay una que se repite: ¿autónomo o empresa? ¿Qué es más rentable? Sentimos decirte que la respuesta no es fácil. Depende de muchos factores, y tendrás que tenerlos en cuenta si quieres averiguar si es mejor empezar como autónomo o sociedad limitada.
Nuestra calculadora de autónomo o empresa te permite jugar con cifras clave que determinarán si te sale más rentable ser empresa o autónomo. Úsala tanto como quieras, pero recuerda que los resultados son solo aproximaciones.
Si quieres una respuesta específica, puedes charlar con un experto fiscal contratando una asesoría puntual. Háblanos a través del chat online y te contamos más. Si lo tienes superclaro, también puedes lanzarte y contratar el servicio que mejor te venga.
Uno de los principales objetivos que se buscan al plantearse si es mejor ser autónomo o empresa es la optimización máxima de tus impuestos, o dicho de otra manera, la opción que te permita pagar menos impuestos.
Por lo tanto, el primer factor que influye a la hora de decidir si ser autónomo o SL es la facturación anual que esperes tener. Los autónomos son personas físicas, y pagan el impuesto de IRPF. Las empresas, al ser personas jurídicas, están obligadas a pagar otro impuesto, el Impuesto de Sociedades (IS).
Normalmente, con un nivel de facturación bajo, lo más rentable es darte de alta como autónomo, ya que los porcentajes para ingresos bajos son menores. Llegados a una cifra de facturación, suele ser más conveniente pasar a una SL. Esto sucede porque el Impuesto de Sociedades es un porcentaje fijo de alrededor del 25%, a diferencia del IRPF, que es progresivo y llega hasta el 47%.
Además, dependiendo también de lo que puedas facturar y cobrar, existen fórmulas para pagar menos impuestos, como por ejemplo cobrar a través de dividendos en vez de como salario. Esto es posible si tienes una SL, y te permitirá pagar impuestos más bajos al tributar en la base del ahorro del IRPF (con un porcentaje máximo del 28%) y no en la general.
Decidir si eres autónomo o SL depende también de los riesgos de la actividad que quieras iniciar. Una de las ventajas de las sociedades es que la responsabilidad ante las deudas es limitada (de ahí su nombre). Esto significa que, si por cualquier motivo la empresa quiebra, responderás ante las deudas con el capital de la empresa, nunca el tuyo propio.
Cuando te lanzas como autónomo, respondes ante las deudas con todo tu patrimonio presente y futuro. Si tu actividad es muy arriesgada, quizá te sea más rentable ser empresa que autónomo, porque, aunque pagues más y sea más burocrático, sabes que la responsabilidad es limitada.
No nos engañemos, el nivel de burocracia que exige ser autónomo o empresa también afecta. Cuanto más complicada sea la forma jurídica, más burocracia implica. Lo más sencillo es darse de alta como autónomo, porque, aunque tengas que presentar algunos modelos y documentos, es más o menos rápido.
Para montar una empresa tienes que tomarte más tiempo y mentalizarte: hay varios pasos imprescindibles, como ir al notario a hacer la escritura pública o al Registro Mercantil. Además, una vez creada la sociedad, es mucho más costosa de gestionar (tanto en tiempo como en dinero).
Algo imprescindible a la hora de elegir si es mejor ser autónomo o SL son tus relaciones comerciales. Montar una empresa y actuar bajo un nombre jurídico te puede otorgar una mayor seguridad y confianza, y muchas empresas o clientes prefieren esta opción a la hora de elegir socios comerciales. Valora también este aspecto, porque puede que te influya más de lo que crees.
¿Te ha quedado claro? Probablemente no. Por eso te recomendamos que cuentes con la ayuda adecuada, la de tu asesor personal. Regístrate y te pondremos en contacto con un experto que te ayudará con la puesta en marcha de tu negocio.