De forma rápida, sencilla y 100% online. Más información
La base imponible es algo que sale un montón al hablar de impuestos. ¿Pero sabes por qué se llama así o qué es? Tranqui, como gestoría fiscal, trabajamos toelrrato (como dirían Laura Escanes y Risto) con bases imponibles de eso y lo otro, o sea que te contaremos lo que es de forma superfácil.
Dicho de forma simple, la base imponible es la cantidad de dinero sobre la que se pagan impuestos. Se le llama base porque es el punto de partida para hacer cálculos y saber cuánto tendrás que pagar (o que cobrar, si emites facturas como autónomo, que aquí te contamos cómo se hace). Y se le llama imponible porque sirve para calcular los impuestos y, al fin y al cabo, los impuestos son un dinero que tenemos que pagar por imposición (obligación). Tiene sentido, ¿no?
La respuesta corta es no. La base imponible siempre es lo mismo: la cantidad sobre la que se calcula un impuesto. Podría parecer que sí hay distintos tipos de bases imponibles, porque podemos hablar de la base imponible del IVA o de la base imponible de una factura cuando nos referimos a la factura de un producto o un servicio. También podemos hablar de la base imponible de las rentas, o de la base imponible del IRPF para referirnos a la cantidad de dinero que pagamos por nuestras ganancias o por nuestra riqueza. Todos estos no son diferentes tipos de bases imponibles, sino que son bases imponibles que se refieren a diferentes hechos imponibles. ¿Y qué es un hecho imponible? Pues el hecho imponible es aquello por lo que se pagan impuestos en sí.
Durante la declaración de la renta, tanto si trabajas por cuenta ajena como si eres autónomo (porque hacer la declaración de la renta es un trámite de autónomo anual obligatorio), oirás hablar de la base imponible general y de la base imponible del ahorro. ¡Repetimos! Esto no son dos tipos diferentes de bases imponibles, simplemente son cantidades de dinero que provienen de distintos lugares y por las que tendrás que pagar impuestos. La general es el resultado de todo lo que has ganado por tu trabajo o por alguna actividad económica (tipo tener una empresa). En cambio, la base imponible del ahorro es el resultado de tus ganancias y pérdidas patrimoniales. Si has vendido criptomonedas, acciones, participaciones, una casa o lo que sea por lo que has ganado dinero. Y aquí también se incluyen las herencias, ahá.
Si se trata de una pérdida patrimonial, porque has cobrado menos de lo que pagaste o porque la herencia resulta en una deuda (¡y quién sabe por qué la aceptas!), la base imponible del ahorro sería negativa. Eso significa que tu renta (tu riqueza) ha disminuido durante ese año y no tendrías que pagar impuestos por ello. Además, las pérdidas también se pueden compensar con las ganancias. Es decir, que si has ganado dinero o generado riqueza con algo (una herencia, una venta de acciones o lo que sea) pero has perdido dinero con otra cosa parecida, se puede restar la cantidad de dinero que has perdido a la que has ganado. Después de la resta, la cantidad total de dinero que has ganado será menos y, por lo tanto, pagarás menos impuestos por esa ganancia.
Mortadelo es detective privado autónomo y está investigando un caso. Al resolverlo, Mortadelo pasa una factura a su cliente de 370€ con un IVA del 21%. En este caso, la base imponible de la factura serían 370€. Por lo tanto, el 21% de IVA se calcula en base a estos 370€. Así pues, el total de la factura que Mortadelo pasa a su cliente es de 370€ (base imponible) más 77,70€ (de IVA), que suman 447,7€. En este ejemplo, el hecho imponible (aquello por lo que se pagan impuestos) sería el trabajo de investigación de Mortadelo.
Al tiempo, Mortadelo tiene que presentar su declaración de la renta y decide hacerlo con la ayuda de una gestoría online como TaxScouts. El gestor para la declaración de la renta de Mortadelo, le dice que su base imponible general del IRPF es de 32.000€. Este es el dinero que Mortadelo ha ingresado en un año menos los gastos deducibles de autónomos. Así pues, estos 32.000€ son las ganancias de Mortadelo y el hecho imponible no sería otra cosa que haber ganado dinero (porque, en realidad, en la declaración de la renta pagamos impuestos por lo que hemos ganado a lo largo del año).
Para quien quiera hacerse autónomo, es un requisito fijarse en la base imponible. Como mínimo, porque cada vez que se acaba un trabajo, uno de los trámites de autónomo obligatorios es pasar una factura al cliente. En las facturas de los autónomos, la base imponible sería el precio del trabajo y de los materiales sin impuestos (ni IVA ni IRPF).
Del mismo modo que los autónomos crean facturas, seguramente también pagan alguna factura de vez en cuando, igual que los particulares. En el día a día, todo lo que pagamos tiene un precio, y ese precio siempre incluye una base imponible y unos impuestos. Cualquier cosa. Desde el café que te tomas en el bar por la mañana hasta la camisa que te compras por la tarde o la cuota del gimnasio que cargan en tu tarjeta al día siguiente.
Puedes reducir los impuestos que te tocará pagar en la declaración de la renta con la ayuda de una asesoría online. Nuestros asesores fiscales conocen tooodas las deducciones que existen y, además, se encargan de aplicarte las máximas posibles. Si eres autónomo, nuestro servicio de gestoría virtual también te vendrá genial: nos encargamos de todos tus trámites y papeleo. Sin permanencia y sin cargos ocultos. ¡Transparentes, majos y 100% por Internet!
Ofrecemos asesoramiento fiscal personalizado y presentamos tus de impuestos, todo por Internet. Fácil, rápido, sin letra pequeña y a un precio fijo. ¿Qué más se puede pedir?
Déjanos tu contacto y te mandaremos noticias, recordatorios o algún consejo sobre el tema que más te interese. No te asustes, solo lo haremos de vez en cuando.
O consulta nuestras Guías, Calculadoras o Diccionario