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¡Qué bien viven los trabajadores por cuenta ajena! ¿Verdad? Apenas tienen que preocuparse por la fiscalidad y, si algo no lo entienden… Bueno, ya está aclarado en la nómina y en el contrato. Pero los autónomos no tienen esa suerte. Para un autónomo, los impuestos son preocupación constante y, entre ellos, el IRPF de autónomos.
En este artículo, vamos a hablar del IRPF de autónomos de una forma sencillita para que puedas explicárselo hasta a tu abuela (que quizá no entiende ni de qué trabajas). Así que, si no sabes qué es o para qué es el IRPF, estás en el sitio adecuado.
El IRPF es el impuesto sobre la renta de las personas físicas. En otras palabras, es un impuesto sobre las ganancias y beneficios que obtienes a lo largo del año. Como los autónomos son personas físicas también, el IRPF de autónomos es lo mismo: es el impuesto sobre las ganancias que hayas podido tener al trabajar como por tu cuenta.
🧠 Acuérdate que las ganancias son los ingresos menos los gastos deducibles, y aquí tienes una guía sobre gastos deducibles de autónomos, para que sepas qué cuenta como gasto y qué no.
El IRPF de autónomos es un impuesto que pagan todos los autónomos, nadie se salva. Pero es verdad que a diferencia de los asalariados que lo pagan a través de su nómina, los autónomos pagan el IRPF de dos maneras: a través del modelo 130 (o del modelo 131) o reteniéndolo en las facturas. Cada forma conlleva ciertas obligaciones.
El modelo 130 de autónomos, o impuesto 130, es una declaración trimestral de autónomos, en la que tienen que informar a Hacienda de todas las ganancias del periodo y tributar por ellas. Este mod. 130 se presenta trimestralmente durante los meses de enero, abril, junio y octubre
En esta declaración del modelo 130, los autónomos van adelantando su parte de IRPF al Estado, y en la declaración de la renta del año siguiente, echan cuentas con Hacienda.
Si lo que has pagado a lo largo del año de IRPF supera lo que tendrías que haber pagado, al hacer la declaración de la renta, saldrá que tu resultado es a devolver (o sea, que Hacienda te devolverá lo que has pagado de más). Si has ido pagando IRPF cada trimestre y, aún así, no has pagado todo lo que tendrías que haber pagado según tus ganancias, la declaración de la renta te saldrá a pagar (tendrás que ingresar algo de dinero a Hacienda).
Puedes olvidarte de los quebraderos de cabeza con los impuestos y contratar los servicios para autónomos de TaxScouts, guiño, guiño.
La otra posibilidad es la retención del IRPF de autónomos. Te explicamos cómo funciona: por cada factura, los autónomos ganan dinero. Cada factura incluye una base imponible (el precio real del trabajo del autónomo) y unos impuestos (generalmente IVA e IRPF).
Bien, pues los autónomos pueden dejar de cobrar en su factura ese IRPF al emitir la factura, de forma que cobren menos en total. De esta forma, será el cliente quien tendrá que ingresar a Hacienda el IRPF de parte del autónomo.
Ahora bien, esto solo ocurre con facturas que se pasan a otros autónomos o a empresas, nunca a particulares ni a empresas extranjeras (que no tengan domicilio fiscal en España).
Por ejemplo, Rosaura es arquitecta técnica y de vez en cuando colabora con un estudio de su ciudad. Hace poco le pidieron que hiciera unos cálculos para un proyecto. Por ese trabajo, Rosaura quiere cobrar 400€ por su trabajo (pero recordemos que luego un 15% de esos ingresos se van en IRPF). En la factura, la base imponible son 400€ y luego está el 21% de IVA (84€) y el 15% de IRPF (60€). Rosaura le pasa a su cliente (el estudio de arquitectura) una factura de 484€ pero cobrará 424€ (los 400€ de base imponible, más los 84€ de IVA, menos los 60€ de IRPF).
Los 84€ de IVA los guardará para ingresarlos a Hacienda en su declaración trimestral (a través del modelo 303). Los 60€ de IRPF, Rosaura ni los ve. ¿Por qué? Pues porque su cliente los ingresa directamente a Hacienda por ella (a través del modelo 111). Así pues, al final, Rosaura se mete en el bolsillo 340€ y ya ha pagado una parte de su IRPF anual.
Esta forma es más cómoda que presentar el modelo 130 cada trimestre, pero no todos los autónomos pueden pagar el IRPF así. Para pagar el IRPF en las facturas, tienes que ser autónomo profesional y cobrar más del 70% de tu facturación de otros autónomos o empresas españolas.
En general, el IRPF que se incluye en las facturas de autónomos es del 15%. Sin embargo, durante los primeros tres años, los nuevos autónomos pueden elegir si el porcentaje de IRPF que incluyen en sus facturas es del 7% o del 15%.
🧙 Los asesores fiscales de TaxScouts aconsejan aplicar siempre el 15%, porque el IRPF se paga tarde o temprano. Así, si pagas más IRPF de lo que te toca a través de tus facturas, quizá al hacer la declaración de la renta te llevas una alegría porque Hacienda te devuelve dinero… O porque el palo que te toca pagar no es tan gordo.
Además de quedarte con esto, si no te enteras muy bien del tema de las facturas de autónomos, puedes leer nuestra guía sobre cómo hacer facturas.
Y un consejo: como en este caso tus clientes son los que ingresan a Hacienda esos impuestos (IRPF) de tu parte, al terminar el año deberías pedirles un certificado de lo que han pagado por ti. Así te aseguras que declararéis lo mismo y no tendréis ningún lío con la Agencia Tributaria.
¿Te interesa saber más sobre estas dos formas de pagar el IRPF de autónomos? Estás de suerte porque tenemos una guía supercompleta en la que te contamos de pe’ a pa’ cómo pagar el IRPF de autónomos.
Como te hemos contado antes, normalmente, los autónomos que presentan el modelo 130 trimestral pagan el 20% de IRPF, mientras que los autónomos que retienen en facturas suelen pagar alrededor del 15%.
Luego en la declaración de la renta, se echan los cálculos. Como ya sabrás, el IRPF es un impuesto progresivo, así que cuanto más ganes, más pagarás. En general, Hacienda se refiere a las cantidades de dinero que la gente gana como tramos. Por ejemplo, de equis a equis ganancias anuales, se paga tanto porcentaje de IRPF. A más equis, más porcentaje. Los vemos:
Por ejemplo, si Eusebia es autónoma y ha ganado 20.800€ en un año, pagará un 19% de IRPF por los primeros 12.450€ (que son 2.365,50€). Luego, pagará un 24% por la cantidad de dinero que hay entre 12.451€ y 20.200€ (que sería un 24% de 7.749€, o sea 1.859,76€). Finalmente, pagará un 30% de impuestos por la cantidad de ganancias que hay entre 20.201€ y sus 20.800€ (un 30% de 599€, que son 179,7€). En total, Eusebia pagará de IRPF de autónomos 2.365,5€ más 1.859,76€ más 179,7€, que suma un total de 4.404,96€).
Esto no significa que Eusebia, de repente, al presentar su declaración de la renta tenga que pagar casi 4.500€. Básicamente, Eusebia ha ido pagando estos 4.404,96€ a lo largo del año, en sus declaraciones trimestrales de autónoma o a través de sus facturas. Lo que ocurre en la declaración de la renta es que si Eusebia ha pagado IRPF de más, la renta le saldrá a devolver y Hacienda le ingresará el dinero. Si, en cambio, Eusebia ha pagado menos de estos 4.404,96€ a lo largo del año, al hacer la declaración de la renta el resultado será positivo y Eusebia tendrá que ingresar dinero a Hacienda.
Sí. Lo es. Pero, ¿sabes qué es lo bueno? Que no hace falta que sigas leyendo. Tu asesor personal se encarga de tu IRPF, de Hacienda y de cien más. ¿Te animas?
Para los nuevos autónomos, hay una reducción del 20% en la renta. Genial, ¿y eso qué es? Pues es un descuento en sus ganancias, así dicho de forma simple. Los nuevos autónomos, durante su primer año, pagan IRPF en base al 80% de sus ganancias (porque tienen este descuento del 20%).
Siguiendo con el ejemplo anterior, si Eusebia ha ganado 20.800€ pero es nueva autónoma, el cálculo de los tramos y de lo que tiene que pagar según lo que ha ganado se hace en base a 20.800€ menos el 20%. Por lo tanto, Eusebia pagaría IRPF sobre 16.640€ (un 80% de 20.800€), lo que supone pagar menos impuestos.
Al final, el IRPF queda en el 19% sobre los primeros 12.450€ (2.365,50€) y luego en un 24% sobre la cantidad que hay entre 12.451€ y 16.640€ (el 24% de 4.189€, que son 1.005,36€). Así pues, si es el primer año de Eusebia como autónoma, pagaría de IRPF 3.370,86€ en lugar de 4.404,96€.
Hay dos formas de calcular el IRPF de autónomos que se tiene que pagar: por estimación directa o por estimación objetiva. Vamos a explicarte ambas para que entiendas cuál es la que se ajusta a tu negocio.
La primera es la estimación directa y es la manera en que, por defecto, los autónomos pagan su IRPF. Oficialmente, se le llama Régimen de Estimación Directa, y significa que se paga en función del beneficio real del trabajo.
Dentro de la estimación directa, existe la estimación directa simplificada, para los autónomos que no facturan más de 600.000€ al año. También está la estimación directa normal, para autónomos que lo están petando y facturan más de 600.000€ al año. Esta estimación (cálculo) se hace en base a los tramos de IRPF de Hacienda que te hemos contado en el apartado anterior.
La otra forma de calcular el IRPF de autónomos es la estimación objetiva o por módulos. Esta opción simplifica mucho la contabilidad del negocio y por eso muchos autónomos lo eligen. En este caso, el beneficio del trabajo como autónomo se calcula usando unos parámetros (o módulos) fijados por Hacienda, que cambian según la profesión. Es decir, que según el tinglado que montes para trabajar como autónomo (trabajadores, vehículos, metros de local, consumo de energía eléctrica…), Hacienda ya hace sus cálculos y te dice de entrada cuánto porcentaje de IRPF tienes que pagar.
Los autónomos societarios y colaboradores, en principio, cobran por nómina, por lo que pagan su IRPF como parte de su salario (como todo trabajador por cuenta ajena). En la declaración de la renta, también les puede salir a pagar o a devolver, según sus ganancias o pérdidas por otros medios (ventas de propiedades, acciones, herencias y demás).
Hay algunos casos en los que los autónomos societarios pasan facturas a la empresa para la que trabajan. En este caso, esa factura incluye un porcentaje de IRPF que, también al final de cada trimestre, la empresa donde trabajan ingresa a Hacienda de su parte, como ya te hemos contado.
Los autónomos TRADE, empresariales o profesionales que facturan a empresas españolas o a otros autónomos (recuerda, nunca a particulares), incluyen el IRPF en sus facturas. Los que están en el epígrafe empresarial y los que han facturado menos de un 70% sin IRPF tienen que presentar el modelo 130 e ingresar un 20% de sus ganancias a Hacienda.
Solamente se libran de presentar trimestralmente el modelo 130 de IRPF los autónomos que en más de un 70% de su facturación (¡que no de sus facturas!) hayan incluido IRPF. Esto es así porque se supone que, entonces, sus clientes ya han pagado bastante IRPF por ellos a través de sus facturas.
Por ejemplo, después de descontar los gastos, Patxi se da cuenta de que ha ganado 4.000€ en un trimestre. De esos 4.000€, tendría que ingresar un 20% a Hacienda a través del modelo 130 (eso son 800€). Peeero durante el trimestre, Patxi ha pasado facturas a algunos de sus clientes (a otros autónomos o a empresas con domicilio fiscal en España) que incluían un total de 430€ en IRPF. En lugar de ingresar 800€ a Hacienda, Patxi solo tiene que ingresar 370€ (la diferencia).
Los autónomos que alquilan un local donde trabajan, tienen que pagar IRPF a Hacienda de parte de su propietario. No es que el autónomo esté ahí pagando los impuestos de otros, es que el propietario del local también incluye el IRPF en la factura. Básicamente, lo que el autónomo paga por el local es un ingreso para el propietario (y a estas alturas ya deberíamos tener claro que el IRPF es un impuesto sobre lo que se gana). El propietario lo que hace es descontar a su ingreso (el precio del alquiler) el gasto que pueda tener (reparaciones, tasa de basuras, etc.). Esa sería la ganancia. Entonces, en la declaración de la renta, al contar sus ganancias y lo que debe pagar por ellas, una parte ya está pagada. ¿Por qué? Pues porque cada trimestre, el inquilino de su local ha ingresado a Hacienda un dinero de su parte como IRPF.
Y hasta aquí, todo lo que necesitas saber sobre el IRPF de autónomos. ¡Y ojalá los trámites e impuestos de autónomo terminaran aquí! Como sabemos que hacerse autónomo no es fácil, queremos hacer que tu vida sea un poquiiito más sencilla sin que te cueste un riñón: somos una asesoría online para autónomos que, por un precio fijo al mes, te ofrece la ayuda de un asesor fiscal de autónomos que se encargarán de tu papeleo. Además, si te suscribes a TaxScouts podrás tener tu contabilidad de autónomo online gracias a nuestro sistema de facturación y contabilidad. Una auténtica maravilla.
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