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Los gastos deducibles son los favoritos de los autónomos porque te permiten ahorrar una buena cantidad de tus impuestos al declararlos. Sin embargo, hay otro tipo de gastos que quizá se escapen de tu radar, pero seguro que también te alegrarán la vida: son los gastos de difícil justificación. ¿Te parece que hagamos un buen repaso de ellos?
O… puedes confiarle toda tu contabilidad de autónomo a TaxScouts para que nuestros gestores fiscales te resuelvan tus dudas y te ayuden a deducir todos los gastos posibles.
Quizá hayas comprobado que Hacienda es bastante quisquillosa con la justificación de todos los gastos deducibles. Bueno, pues no siempre lo es tanto, por eso permite que los autónomos tengan los gastos de difícil justificación. ¿Qué es esto?
Son un porcentaje que Hacienda te deja deducir de tus ingresos sin necesidad de justificarlos. Digamos que es como una ayuda extra a los autónomos porque no siempre es fácil justificar todos los gastos que se tienen. Así que la AEAT permite los gastos de difícil justificación como un extra de tus gastos deducibles.
Esta deducción no se aplica a los autónomos que utilicen la estimación objetiva, ya que sus beneficios se calculan automáticamente y dependen de cada módulo.
Los autónomos siempre necesitan justificar los gastos deducibles normales por medio de facturas y manteniendo un registro contable. Luego, si los gastos cumplen los requisitos, podrán deducírselos por medio del modelo 130 trimestral del IRPF.
Sin embargo, los gastos de difícil justificación de autónomos existen precisamente porque no se pueden justificar correctamente. Para deducir este gasto, tendrás que declarar que tienes gastos de difícil justificación en el modelo 130 o en la declaración de la renta. Esto depende de si estás obligado a presentar el modelo 130. Si es así, tendrás que indicar que tienes este tipo de gastos en el 130, mientras que si no estás obligado a presentarlo, lo tendrás que hacer en la declaración de la renta.
¿No sabes si estás obligado a presentar el modelo 130? Pues te lo ponemos fácil, si ofreces servicios profesionales y más del 70% de tu facturación viene de clientes nacionales, no tienes que presentar el modelo 130. Si no es así, tendrás que presentarlo, y para saber cómo puedes leerte nuestra guía sobre pagar el IRPF trimestral de autónomos.
¿Que no quieres hacerlo solo? Pues en TaxScouts ponemos de tu lado a un asesor online que te ayude durante tus trimestrales de autónomos 😉.
De cualquier manera, te podrás deducir un 5% de tus gastos anuales como gastos de difícil justificación. Es decir, que te podrás restar un 5% de tus beneficios totales para que el porcentaje de impuestos que pagues sea menor. Así que ya puedes dejar de preguntarte a qué cuenta van los gastos de difícil justificación ahora que sabes que es una reducción que se te aplica en la renta.
No te preocupes que, aunque se te den mal las mates, no es complicado y te lo explicamos pasito a pasito. Para calcular cuánto es ese 5% de gastos de difícil justificación que te puedes deducir en el modelo 130, tendrás que seguir estos pasos:
¡Ojo, la deducción de gastos de difícil justificación no puede superar los 2.000€ anuales!
Para que los gastos de difícil justificación sean deducibles, tienes que cumplir unos requisitos específicos:
¡Atención, atención, que en la asesoría para autónomos TaxScouts sabemos hacer magia! ¿Ves todo tu papeleo y preocupaciones? Pues lo juntamos con uno de nuestros asesores fiscales autónomos y… ¡Puf, desaparecen!
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