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Pensión

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Bajadas de pensiones por aquí, subidas de las pensiones por allá… Es un clásico: las pensiones sieeempre salen en las noticias y en las promesas electorales. Esto ocurre porque, en muchos casos, cuando hablamos de pensiones, nos referimos a las pensión de jubilación (o sea, al salario que reciben los jubilados después de haber trabajado toda su vida) y esto afecta a un montón de gente. Peeero las pensiones también pueden ser de viudedad, orfandad o incapacidad. Así que cuando oigas que las pensiones suben o bajan, tienes que saber que eso se refiere a todas las pensiones, no solamente a las de jubilación.

¿Qué es una pensión?

En realidad, una pensión no es más que un dinero que el Estado da a una persona durante un tiempo (o para siempre) por algún motivo concreto. Básicamente, las pensiones son ayudas económicas. La mayoría de estas ayudas las gestiona la Seguridad Social. O sea, que es la Seguridad Social la que decide a quién da cuánto dinero y por qué.

Tipos de pensiones en España

Existen dos tipos de pensiones en España: las pensiones contributivas y las pensiones no contributivas.

Pensiones contributivas

Estas son las ayudas a las que tienes derecho por haber cotizado en la Seguridad Social durante un tiempo. Cada mes, a través de tu salario (si trabajas por cuenta ajena) o a través de la cuota de autónomo (si trabajas por tu cuenta) pagas algo de dinero a la Seguridad Social. Este dinero sirve para, entre otras cosas, financiar estas pensiones para la gente que las necesita (algún día podrías ser tú, por ejemplo cuando te jubiles). Las pensiones contributivas son:

  • La pensión por jubilación es la más conocida de todas. La puedes cobrar cuando ya eres mayor y dejas de trabajar. El dinero que recibirás tiene que ver con lo que has ido pagando a lo largo de los años, durante tu vida laboral. La pensión máxima en 2022 es de 39.468,60€ brutos al año (2.819,10€ brutos al mes en 14 pagas). En cambio, la pensión mínima que cobra un jubilado es de 10.103,80€ brutos anuales (721,7€ brutos  mensuales en 14 pagas).
  • La pensión por incapacidad permanente, que cobran las personas que no pueden realizar su trabajo actual por problemas de salud. La Seguridad Social se encarga de revisar la situación de la incapacidad de forma periódica, para asegurarse de que la gente no finge alguna dolencia para seguir cobrando del bote. Existen cuatro categorías según lo grave que sea la incapacidad.
    • Parcial si se puede trabajar en el mismo puesto que se tenía.
    • Total si se puede trabajar, pero en otro puesto diferente al que se tenía.
    • Absoluta y de gran invalidez cuando se puede trabajar de lo que el estado físico permita (porque se necesita ayuda para la movilidad y para las tareas del día a día). En este caso, a partir de la edad legal de jubilación ya no se puede trabajar (ni como empleado ni como autónomo).

Aunque cobrar la pensión por incapacidad permanente porque no puedes dedicarte a lo que te dedicabas no significa que no puedas trabajar en otra cosa.

Por ejemplo, Elena era carnicera y trabajaba en un supermercado. Por un problema de salud, tiene que ir en silla de ruedas seguramente durante el resto de su vida, así que no puede estar detrás de un mostrador. Pero para no estar todo el día en casa sin hacer nada, Elena estudia un grado de administración y, al cabo de un par de años, encuentra trabajo en una empresa.
Elena seguirá yendo en silla de ruedas y seguirá cobrando la pensión por invalidez total además de su salario como administrativa. Esto ocurre porque Elena puede trabajar, pero no en el mismo puesto que ella tenía antes de su invalidez como carnicera.

  • La pensión por fallecimiento, que cobran los familiares que convivían y dependían económicamente de la persona fallecida. Esta ayuda sirve para mantener la estabilidad económica del hogar cuando el familiar que aportaba un sueldo o un dinero fijo ya no está. La pensión de viudedad y la de orfandad son dos ejemplos de este tipo de pensiones.
    Es posible que te surja una pregunta: ¿Si el marido, la mujer o los hijos del fallecido no cotizaban (por ejemplo porque nunca han trabajado), entonces esta sería una pensión contributiva? Pues sí, porque se supone que el fallecido cotizaba por ellos.

Pensiones no contributivas

Este tipo de pensiones se pueden solicitar sin haber cotizado en la Seguridad Social. Esto significa que, aunque no hayas aportado ningún dinero al Estado, podrás beneficiarte de ellas. Las pensiones no contributivas se dan a la gente en situación de necesidad. En general, se dan por jubilación y por invalidez, para que la persona pueda cubrir un estándar mínimo de vida.

 

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