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¿Has oído hablar alguna vez de las stock options? Son como el primo desconocido y misterioso de los beneficios laborales, una alternativa de retribución que la empresa puede ofrecer a sus empleados.
¿Y qué son?
Stock = acciones de una empresa. Options = opciones de compra de esas acciones en el futuro. Es decir, las stock options son la opción de comprar acciones de una empresa a un precio determinado, a un precio amigo.
Este tipo de incentivos hacen que los empleados se sientan más cerca de los resultados y que, en consecuencia, aumente su motivación y compromiso. Si aumentan, hay posibilidades de que crezcan los beneficios y si pasa esto, todos ganan. Éxito.
Sin embargo, como en todo, hay pros y contras, y si no te los sabes, puedes acabar en un mar lleno de tiburones. Aquí te lanzamos un salvavidas con todo lo que necesitas saber sobre las stock options antes de zambullirte.
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Lo que decíamos: las stock options son la posibilidad de comprar acciones de tu empresa a un precio favorable y cerrado de antemano.
Como sabrás, el mercado bursátil fluctúa, e invertir en acciones conlleva siempre un cierto riesgo. La finalidad principal de las stock options es justamente disminuir la incertidumbre del precio, a la vez que alentar a que los propios trabajadores sean también inversores.
La forma de hacerlo es fácil: trabajador y empresa firman un acuerdo en el que la compañía se compromete a fijar un precio por acción que esté por debajo del precio del mercado y, pasado un cierto tiempo, el empleado podrá efectuar su compra.
Cosas más raras que unas stock options nos hemos encontrado en la declaración. Si eres de los que se asusta solo de pensar en hacer el borrador de la renta, contrata el Pack Renta de TaxScouts, tu asesoría fiscal online. Nos encargaremos de todo tu papeleo por enredoso y complicado que sea.
Imagina que trabajas en una empresa y te ofrecen stock options. Si las aceptas, tendrás la opción de comprar acciones de tu empresa a un precio cerrado, lo que se conoce como el precio de ejercicio.
De primeras, ten claro que no las estás comprando todavía, tan solo te dan la opción a hacerlo, esa es la gracia de todo esto. Si en el futuro el precio de estas acciones sube, podrás comprarlas por el precio de ejercicio que habías pactado con tu empresa y venderlas después al precio de mercado para obtener así una ganancia. En cambio, si el precio de las acciones baja, puedes optar por no ejercer la opción de compra y olvidarte por el momento de estas acciones. Al no comprar, tampoco hay pérdida.
Actualmente, este método de retribución se fomenta entre las startups para motivar a sus empleados a alcanzar metas y objetivos laborales, ya que si la empresa va bien, ellos también obtendrán beneficios. ¡Un win-win!
Las empresas ofrecen estas acciones exclusivamente a sus trabajadores. No están disponibles ni en la bolsa ni para otros posibles interesados. Por ello, se dice que son acciones privadas.
Para entender mejor el proceso que utilizan los trabajadores para obtener beneficios con las stock options, hay que diferenciar tres fases en este proceso: la concesión, el ejercicio y la venta:
Un ejemplo siempre ayuda:
Imagina que trabajas en una empresa de desodorantes naturales y te ofrecen stock options para comprar acciones a un precio fijo dentro de dos años. Digamos que, a día de hoy, el precio de la acción es de 12€ y tu jefe te ofrece comprarla a 10€, dentro de dos años.
Aquí viene la parte divertida: supongamos que dentro de dos años, la empresa se convierte en la gran sensación del sector green cosmetics, y el precio de la acción aumenta a 50€. Si ejerces las stock options y compras la acción por 12€, puedes venderla inmediatamente por 50€ y ganar unos bonitos 38€ por acción. ¡Esto huele bien!
Pero espera, que todavía hay más. Si decides mantener la acción y no venderla de inmediato, es posible que el precio siga subiendo y puedas ganar aún más en el futuro. Por otro lado, si la empresa no funciona tan bien como se esperaba y el precio de la acción baja a 8€, entonces no vale la pena ejercer las stock options y comprarlas por 12€, ya que perderías dinero.
Tampoco pienses que te lo van a poner todo tan fácil. Las empresas suelen marcar una serie de requisitos en el contrato de la concesión de stock options, que sobre todo se dirigen a marcar los tiempos mínimos que el empleado tiene que trabajar para la empresa:
Si no se cumple el cliff, y te vas de la empresa a los 11 meses, no tienes ningún derecho sobre la compra de las acciones. Si te vas pasados 25 meses, podrías optar al ejercicio del 50% de las acciones que se te concedieron.
Una vez que te marches de la empresa, tienes tres meses para ejercer las acciones a las que tienes derecho y comprarlas, si es lo que quieres. Cuando pase ese plazo, como ya no eres trabajador de la compañía, no tendrás derecho ni opción de comprar sus acciones.
Cuando una empresa concede stock options a sus trabajadores, lo hace a un precio de acción cerrado. Es decir, una vez se establece un precio, este ya no podrá modificarse.
Entonces, ¿cómo calcula la empresa el precio al que vender sus acciones a los trabajadores? Esto lo hace a través de una evaluación del mercado (conocida como la valoración 409A), mediante la cual la empresa hace una valoración externa para determinar el valor justo de la acción.
Ahora que ya conocemos los tres momentos clave para entender su funcionamiento, es importante saber cómo tributan las stock options:
En el ejercicio de las stock options, o sea, cuando las compras, es cuando el tema se complica un poquito más:
Por ejemplo, si una empresa te concede el derecho de comprar 7.000 acciones a 5€, y el valor de mercado de estas acciones es de 7€, tienes que declarar la diferencia como retribución en especie cuando las compres:
Por último, Hacienda también gana con todo esto, ya que con la venta de las acciones tocará volver a declarar esa ganancia:
Si una vez que has ejercido tu derecho a compra, decides vender esas acciones meses después por 10€, tendrás que tributar la ganancia patrimonial que hayas obtenido:
¡Espera, que todavía hay más! Aquí entra en juego la exención por rendimientos de stock options del IRPF, una exención que te libera de tributar los primeros 12.000€ (50.000€ en startups) que se obtienen cuando compras las stock options al precio que acordaste con tu empresa.
Además, si entre el momento en que la empresa concede la opción de compra de las acciones a un trabajador y el momento en que este decide ejercerlas (y por lo tanto comprarlas) pasan más de dos años, la parte no exenta (la que queda fuera de estos 12.000€), se puede aplicar una reducción del 30% en la declaración. Eso sí, ten en cuenta que esta reducción tiene unos requisitos:
Volvamos al ejemplo de antes para hacer números:
Tenías 14.000€ de beneficio al comprar las stock options. De aquí, los primeros 12.000€ están exentos de tributar, y los 2.000€ restantes pueden aplicarse la reducción del 30%: 2.000€ (parte no exenta) – 600€ (reducción) = 1.400€ a declarar por el IRPF.
Estos requisitos se implementaron con la Ley de Startups de 2022 para asegurar que todos los trabajadores obtengan las mismas condiciones y evitar así posibles beneficios a cargos directivos.
En el momento en que ejerces tu derecho de compra de las stock options, no solo obtienes beneficios económicos, sino que, además, adquieres derechos políticos sobre estas acciones en la empresa: sí, ahora eres un socio con derechos. Y esto significa:
Quizá ahora te vienen a la cabeza también las phantom shares, un modelo de retribución muy parecido, pero que no dispone de los beneficios que te acabamos de contar. Si tienes curiosidad sobre qué son las phantom shares y cómo afectan a tu renta, tenemos una guía donde te lo contamos todo al detalle.
Las stock options pueden ser un buen incentivo para motivar al personal y, también, un método de retribución alternativo para generar beneficios indirectos. Si estás pensando en tirarte de cabeza a este mundillo, pero estás preocupado por cómo declarar estos ingresos en tu declaración de la renta, no tienes que lidiar con esto por tu cuenta. En TaxScouts te ayudamos a hacer tu declaración por Internet para que lo tengas todo en orden.
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